«Os guiará hasta la verdad plena» 

La intimidad de Dios y sus planes para con nosotros desbordan nuestra capacidad de comprensión. Jesús se adapta a nuestra limitación y nos desvela el misterio de Dios progresivamente. Será el Espíritu Santo, enviado como fruto de la Pascua, quien nos guiará hasta la verdad plena. Él será quien habite en nuestros corazones, nos ilumine y nos mueva, siempre que secundemos su acción.

Jesucristo, al decir que todo lo que tiene el Padre es suyo, nos revela su igualdad de naturaleza y dignidad con el Padre Creador. Cuando dice que el Espíritu Santo lo recibe todo de él, afirma que es igual y uno con él.

Estamos ante el misterio de la Santísima Trinidad, misterio insondable, ante el que sólo cabe la aceptación humilde y gozosa. Jesús nos ha descubierto la verdad de Dios: es Amor, amor entre Personas; es múltiple sin división, es familia, es comunión. No podemos racionalizar el Amor infinito de Dios, pero recordemos que nosotros hemos sido llamados a ser y vivir a su imagen.